13 Jun El Museo Casa de Murillo nunca fue la vivienda del héroe de 1809
La vivienda de la calle Jaén perteneció a José Ramón de Loayza, quien la prestó para que Murillo se escondiera, mientras planificaba con otros patriotas más la Revolución de 1809.
Carlos Gerl / La Paz
La historia relata que la noche del 15 de julio de 1809, en una de las viviendas de la calle Cruz Verde (actual calle Jaén) de la ciudad de La Paz, se llevó a cabo la última reunión de los revolucionarios liderados por Pedro Domingo Murillo, que horas después, al atardecer del 16 de julio, actuarían. En la casa se tomaron importantes y últimas disposiciones para el ataque que inició la revolución juliana. Con el propósito de pasar desapercibidos, los patriotas ingresaron al domicilio por diferentes accesos, logrando reunirse en la pieza que hoy es conocida como el Salón de la Conspiración. Concluida la junta, los revolucionarios se retiraron a sus domicilios con tareas específicas que debían realizar al pie de la letra horas más tarde.
La casa de la que salieron los patriotas hoy se la conoce como el Museo Casa de Murillo, donde se conserva los espacios donde el héroe paceño pasó sus últimas horas, antes de ser condenado a la horca.
La idea se mantuvo firme hasta 1909, cuando se cumplieron 100 años de la Revolución del 16 de Julio. Fue entonces que el dato comenzó a ser cuestionado por historiadores, investigadores y otros estudiosos: ¿El Museo Casa Murillo, perteneció a Pedro Domingo Murillo?
En 1963, la escritora Ana Rivera Sotomayor, a través de investigaciones, estableció que el inmueble sólo le fue atribuido a Murillo y que nunca perteneció al protomártir. El verdadero dueño de la casa era José Ramón de Loayza.
La versión desató en seguida dos posiciones: la de quienes afirmaban que el Museo Casa Murillo perteneció al prócer y la de los que señalaban que el inmueble pertenecía a José Ramón de Loayza, y que Murillo residía detrás de la iglesia de Santo Domingo, en la calle Ingavi, antigua calle Santo Domingo.
Entre las personas que afirman que Murillo vivió en la casa de la calle Jaén estaban Max Portugal Zamora, Humberto Viscarra Monje, Manuel Díaz Arguedas, Julio Iturri y Silvia Jitka, todos apoyados en información transmitida por la tradición oral, no documental.
En el otro frente estaban Valentín Abecia Baldivieso, Alberto Crespo, José Vásquez Machicado y Ana Rivera Sotomayor, apoyados en documentos históricos e investigaciones.
Fue en 2009, al conmemorar el bicentenario de la Revolución del 16 de Julio, que mediante una exhaustiva investigación realizada por Randy Chávez García y mi persona que se concluye que el inmueble de la calle Jaén no le perteneció al prócer, sino a José Ramón de Loayza.
En esta investigación se tomó en cuenta el testamento que Ciriaco Murillo Salazar, padre de Pedro Domingo Murillo, dejó, donde se consignan todas sus propiedades, entre las que se encuentra la casa ubicada detrás de la iglesia de Santo Domingo, en la calle Ingavi.
Murillo heredó esa vivienda de su padre, quien falleció en 1785, al poco tiempo de haber realizado su testamento, el cual fue redactado en Irupana, el 13 de abril de 1785. A partir de esta fecha Murillo fue el propietario de esta casa hasta después de 1788, año en el que le fue arrebatada tras sostener durante varios años problemas judiciales iniciados por Catalina Murillo y Salazar, la hermana de su padre, que buscó a toda costa la nulidad del testamento.
Además de esto, se debe tomar en cuenta que Pedro Domingo Murillo era una persona perseguida por la Corona Española, motivo por el cual, en algunas ocasiones, era alojado por sus amistades.
Es así que durante los años de 1803 a 1809 -como cita Ana Rivera Sotomayor- Murillo residía en la casa de José Ramón de Loayza, una de sus más apreciadas amistades que también colaboró activamente con la Revolución de 1809, sobre todo con importantes recursos económicos.
Sin duda, hasta nuestros tiempos la figura de Pedro Domingo Murillo continúa siendo polémica. Sobre él se dijo y se especuló mucho y seguro se lo seguirá haciendo. Por ejemplo, que el monumento de la Plaza Murillo no es de él, sino de un torero; que no nació en la ciudad de La Paz, sino en Suri, algo propio de un gran héroe, de nuestro héroe paceño, que permite imaginar a los visitantes al Museo Casa Murillo su audacia y valentía.
Carlos Gerl es historiador.
Revolución de 1809
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Ataque La tarde del 16 de julio de 1809, terminada la procesión de la Virgen del Carmen, un grupo de patriotas, encabezados por Pedro Domingo Murillo, salieron de la casa de billar de Mariano Graneros y asaltaron el cuartel realista para hacerse de las armas.
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´Confusión Las campanas de la Catedral repicaron y un gran alboroto se apoderó del lugar, mientras los revolucionarios gritaban: «¡Mueran los chapetones!” (españoles).
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Autoridades El gobernador de la ciudad Tadeo Dávila y el obispo La Santa fueron depuestos. Al caer la noche la revolución había triunfado y se instaló un cabildo abierto a la cabeza de los revolucionarios que redactaron el Acta de Independencia de La Paz..
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