La ciudad cuenta con al menos 400 monumentos y esculturas en espacios públicos

La ciudad cuenta con al menos 400 monumentos y esculturas en espacios públicos

Los 10 más buscados: van tras la pista de esculturas desaparecidas en La Paz.

“No son monumentos que fueron robados, sino aquellos que de forma sutil se fueron perdiendo de las calles de la ciudad por traslados, remodelaciones y otras obras. Hoy se intenta dar con su paradero.

Foto: Carlos Gerl – Investigador

En 1926 se erigió una escultura de cuerpo entero de Simón Bolívar en las puertas del actual Palacio Consistorial. Esta inigualable pieza, hecha en Europa, fue la primera en rescatar la imagen del Libertador y hoy está desaparecida. No se tiene registro de la fecha y mucho menos los motivos de su traslado.

Al igual que esta pieza, otras nueve esculturas de la ciudad de La Paz fueron removidas de sus lugares originales y se perdieron en el tiempo.

“La escultura de Bolívar se encontraba en el atrio de la Alcaldía y se hizo con base en dibujos y bocetos del mismo Libertador porque el resto (las otras imágenes antes de esa fecha) se trataban de imaginarios idealizados”, dijo a Página Siete el historiador Carlos Gerld, quien hizo un relevamiento de las 10 esculturas que se perdieron en el tiempo y que no incluyen las que fueron robadas entre el 2010 y 2012.

“Los 10 más buscados” fue el título “tan sugestivo” que puso Gerld a su investigación como una forma de apropiarse del lenguaje policial para encontrar datos de prófugos de la ley. En este caso, de esculturas que desaparecieron de las calles de la ciudad y de las que intenta conseguir una pista o un dato para hallar su paradero.

“Estos 10 monumentos no forman parte de la ola de robos que se registró en la ciudad entre los años 2010 y 2012 a causa de la subida del precio del bronce a nivel mundial. En ese periodo, personas sin escrúpulos se dedicaron a sustraer casi una docena de monumentos (bustos y esculturas) de distintos espacios públicos de la ciudad, (esas piezas) fueron repuestas por las autoridades ediles de esos años” dijo.

Pero del grupo de diez esculturas poco se puede hacer para conocer su localización. “Me refiero –agregó el historiador- a otro tipo de monumentos que de manera muy sutil fueron desapareciendo sin que nadie haga o diga algo. Se llegó al extremo de que actualmente nadie sabe sobre los paraderos (de las piezas)”.

Las piezas y esculturas se perdieron en el tiempo, en parte por la decisión casi arbitraria de las autoridades municipales. Algunas alegaron trabajos para mejorar las obras y las removieron. En muchos casos no se conoce el destino final de los monumentos.

Otras -que no están en la lista de los 10 monumentos- fueron sustraídas. Por ejemplo, en el 2007 se robó el busto del compositor e intérprete de tangos Carlos Gardel, que se encontraba en un área verde de la avenida Kantutani, muy cerca de la avenida 20 de Octubre. También fue robada la “Mujer Campesina”, emplazada en la plazuela en la que confluyen las avenidas 6 de Agosto y Arce; la del poeta e independentista húngaro Sandor Tetofi en la calle Eusebio Guitiérrez del Barrio Gráfico; o el busto de Apolinar Jaén, ubicado en una plazoleta sobre la calle Sucre.

Ante esta ola de robos, la Alcaldía tuvo la iniciativa de asegurar estos monumentos como sucede con todos los bienes y activos municipales. Sin embargo, esta propuesta no pudo prosperar porque, según Gerld, hay “un vacío legal tremendo”. “Supuestamente, la dueña de las esculturas es la ciudad, pero no existe un registro o inventario que pueda respaldar ello. Ahí nos dimos cuenta que no se guarda ningún registro que respalde la propiedad de la Alcaldía”, declaró.

Para este registro se debe hacer un inventario con las características del monumento como autor, el año en que se esculpió, el material, si la Alcaldía las compró o es producto de una donación. “Hay datos que nadie los conoce”, dijo.

El segundo problema fue asignar un valor económico. “Por ejemplo: ¿qué valor se le pondría a la estatua de Pedro Domingo Murillo de la Plaza Murillo? Es un tema complejo, algunas se extraviaron, fueron repuestas, pero no en los mismos materiales (de bronce). Fue en fibra o cemento”.

Como patrimonio, la ciudad de La Paz tiene hoy 400 esculturas que fueron levantadas en espacios públicos y que, según Gerld, “son de alta gama, de muy buena calidad”. “Ese patrimonio hay que cuidarlo, la sede de Gobierno tiene la característica de tener esculturas realistas. Se debe proteger y revalorizar el patrimonio escultórico de la urbe”.

 

 

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