Hacia 1750, los españoles trajeron desde la península a las colonias la danza del Fandango, entre otros. Varios de estos bailes eran de pareja y se los realizaba en una fiesta de salón, practicada por la aristocracia. Se dice que el Fandango pasó
a denominarse Zamacueca y luego fue conocida solamente
como Cueca, como mezcla de coreografías criollas de influencia
hispánica con afro, indígena y mestiza. La élite occidentalizada
de La Paz bailaba la Cueca en los salones y de ser una danza de
la clase dominante pasó a la mestiza, al cholaje señorial, donde
las cholas elegantemente combinaban sus prendas importadas.
En la Cueca, el hombre corteja a la mujer, la que se niega a su
propuesta escapándose y escondiéndose detrás de su pañuelo.